Sobre el escenario... Los planetas

Fuerte ovación para Los Planetas anoche -8 de octubre- en El café de la Luna, Córdoba. Los intengrantes fueron como reyes y el sudor fue su corona. Más bien, todos tuvimos una corona así en un local que, durante hora y media, abarcó a casi doscientas personas. Tanto es así que todos los tercios de Heineken del recinto se agotaron en cuatro canciones. Las noches en vivo del café-museo suelen contar con algunos conciertos espectaculares, pero anoche se pusieron un listón muy alto y casi imposible de superar... ¡y las entradas agotadas en sólo tres días!

Las puertas se abrieron a las diez, media hora después un "Buenah nosheh, cordobeseh" y San Juan de la Cruz comenzaron la actuación. El setlist se basó mucho en el recién aparecido recopilatorio "Principios básicos de astronomía": Un buen día, Pesadilla en el parque de atracciones (como despedida), Deberes y privilegios, Nunca me entero de nada, Corrientes circulares en el tiempo, Devuélveme la pasta, Santos que yo te pinté, Segundo premio y la inédita Soy un pobre granaino. También se acercaron a "La leyenda del espacio" con Si estaba loco por ti, Reunión en la cumbre, La verdulera, Si me diste la espalda, Ya no me asomo a la reja, Entre las flores del campo o Alegrías del incendio. Además, se atrevieron a anticiparnos un tema del próximo álbum (sin aclarar su título). Con ese setlist cualquiera diría que sólo fue hora y media de concierto. Breve, sí. Pero intenso hasta la saciedad. "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" dicen algunos sabios por ahí, ciertamente fue un espectáculo que pocos grupos dan ya, pero trágicamente se dejaron en el tintero otros clásicos como De viaje o La playa (reconozco que algo trillados, pero siguen siendo queridos por el público).

Tres años atrás, los granadínos vinieron para el festival de Eutopía '06. También sacaron de sus entrañas todo lo que tenían... y hasta pusieron a Erik bajo palio pero el concierto de Eutopía se hizo en cierta manera angustioso; ayer supieron complacernos con un buen listado de temas, una acústica decente y un buen rollo chapao a la andaluza (véase Florent contando un chiste). La orquesta química cuyo nombre conocemos todos son sinónimo de calidad y superación; su aparición de anoche fue para marcar territoria y reclamar lo que es suyo: el puesto al mejor grupo español vigente.